Sunday, January 31, 2010

El pueblo natal de Ceausescu, devorado por el capitalismo

El dia del aniversario del nacimiento de Ceausescu, el diario Evenimentul Zilei hizo un recorrido por Scornicesti, el pueblo donde hace 92 años nació el que fue Presidente de Rumanía desde 1965 hasta la navidad de 1989.

El aquel entonces pobre pueblo de Olt, se convirtió en ciudad durante el gran desarrollo económico del socialismo rumano, especialmente después de los años 70. Veinte años después de la muerte del que fue hijo de la localidad y lider del país, sus habitantes están lejos de aquel bienestar de entonces, y hoy una palabra define a sus habitantes: desempleo.

Un paseo de los periodistas del diario conservador y liberal que, sin embargo, tiene unos resultados paradójicos para un grupo mediático, Ringier, al que pertenece el periódico, que no ha cesado de vender durante veinte años los beneficios del capitalismo frente a los "desastres" y "crímenes" del comunismo.

Sin embargo, el título que ponen al artículo sobre su paseo es esclarecedor: "El pueblo de Ceausescu devorado por el capitalismo". Un título que serviría igualmente para definir un paseo por cualquier otra localidad de Rumanía.

"Antes de 1989 leíamos en Scanteia (diario oficial del PCR) que en EEUU había hombres que no tenían donde dormir, que estaban parados. Ninguno sabíamos que podia significar esto realmente. Ahora lo sabemos”, dice Ghoerghe Toma, que se quedó sin trabajo después de trabajar 30 años en la fábrica que se construyó en Scornicesti bajo la presidencia de Ceausescu.

Es curioso como hasta un diario como EVZ, representante del liberalismo más puro y defensor del capitalismo rumano a pesar de todos los desastres que ha provocado (eso si, no para los dueños del diario), y a pesar de sus intentos de desprestigiar al Conducator, al final no pueda más que reconocer y transmitir la sensación que tiene hoy la mayoría de los habitantes del país (recordemos las encuestas que hablaban de más del 60% de nostalgia del pasado socialista).

En Scornicesti, el día en que su hijo más importante cumpliría 92 años, ya nadie agita banderas rojas, ni canta himnos patrióticos. Todo está paralizado, de frío y de miseria. Sin embargo, se mira hacia atrás recordando los buenos tiempos. Aquellos tiempos en los que, como hemos leído en la esclarecedora declaración de uno de sus habitantes, se asombraban de que en EEUU hubiera gente sin casa y en paro. Hoy en Estados Unidos hay más parados sin casa que entonces, y tambien en Rumanía.

El Bulevar del Trabajo, que así se llama todavía, es el único lugar de la ciudad donde hay cierta vida, pero sin que sea exagerada. De tres hombres a los que se entrevista en la calle, dos están en paro, y uno tiene un pequeño negocio que marcha mal. Veinte años despues de la muerte de Nicolae Ceausescu, los tres, Gheorghe Toma, Florea Manzu y Emil Mirea, hablan pestes del sistema que les vendieron como un paraíso y echan de menos el bienestar pasado.

Los dos últimos han conocido bien el capitalismo sin escrúpulos. "Pulsor", la fábrica que producía antes de 1989 piezas para los automóviles "Dacia" o los vehículos agrícolas "Tractorul" (ambas marcas del estado), se cerró, y todos sus trabajadores se quedaron en el paro.

"Tengo 50 años y he trabajado 30, y ahora soy parado. Tengo 530 lei de subvención (100 euros al mes). No puedo sobrevivir con este dinero. Hay que pagar el gas, la electricidad, la comida... Es poco dinero” , dice Ghorghe Toma. Este señor tiene tres hijos: una chica que ha terminado la facultad y dos chicos con secundaria, y ninguno ha encontrado tampoco trabajo. "Suerte que mi mujer todavía trabaja como asistenta en el hospital. Gana poco más de 700 lei (menos de 200 euros)”

Una suerte relativa porque ¿qué familia puede sentirse afortunada ganando en total apenas 300 euros para alimentar a toda una familia en un país donde los precios son practicamente los de Occidente?

El parado de 50 años hace una crítica a la sociedad actual:

"Necesitamos otros veinte años para que desaparezca esta clase politica actual", dice, mientras confirma que antes de 1989 no se sabía qué era el paro, y es incomprensible para él que Rumanía haya llegado a esta situación, cuando durante el comunismo "eramos ricos".

Evidentemente, no hay que entender la autodescripción de "ricos" como lo entenderíamos nosotros en el Estados Español, es decir, con mucho dinero para nuestros gastos caprichosos y nuestros necesidades absurdas, sino, principalmente, como la satisfacción de todas las necesidades básicas.
Los personajes entrevistados también se preguntan ante los periodistas de EVZ que ha pasado con toda la riqueza rumana de antes de 1989.

"Nuestro país ha tenido de todo, de todo. ¿Dónde está?", se pregunta Gheorghe Toma.

Florea Mânzu, pequeño capitalista de Scornicesti, con un magacín alimentario en la escalera del bloque, encuentra otra explicación para lo que ha pasado.

"Un pueblo que mata a su presidente merece esta suerte. Al final, y después de 20 años, se demuestra que es así. Ceausescu debía cambiar, pero no ser asesinado", es el veredicto de este habitante de Scornicesti.

Recordándole que el 26 de enero había nacido Ceausescu, Manzu afirma afligido, "Un día triste" Y no es el único que piensa así. Ni en Scornicesti ni en general en el país. Algo que se está acentuando con esta caída de la máscara del capitalismo que es la crisis, que demuestra el engaño de que el capitalismo era el camino hacia el paraíso se conseguía a traves del nuevo sistema. Hoy todos han podido comprobar lo fraudulento de esta promesa.

El alcalde de la localidad también piensa que la muerte de Ceausescu y el fin del sistema fue algo que solo provocó desastres.

"Desde el principio he tenido esa impresión, que no debían matar a Ceausescu. Nosotros hemos sido hombres que no hemos tenido ninguna fe en el cambio. El único pueblo que ha matado a su presidente”, piensa Constantin Nedelea, alcalde de Scornicesti.

También nos habla de que el sistema democrático actual es una farsa, y de que da igual que ganara Basescu las últimas elecciones u otros. Incluso imagina que si no hubiera muerto Ceausescu hoy no tendrían que elegir entre los mentirosos que se presentan para gobernar.

Nedelea está convencido que los habitantes de Scornicesti estarían encantados de que Ceausescu volviera.

"Habría puestos de trabajo, este es el principal problema ahora”, dice el alcalde, explicando las cifras catastróficas de la localidad: antes de 1989 la ciudad era próspera y ahora se ha llegado a una cifra de un 9% de paro, de 3.500 puestos de trabajo en 2004 hoy son solo unos 1.000 y la cifra va en descenso, el 5% de la poblacion ha emigrado al Estado Español, a Italia o a otros países para sobrevivir. Un desastre.

Un desastre que se extiende por la mayoría de las ciudades y pueblos rumanos a 20 años de la revolución, vendida entonces como la solución de todos los males, cuando no fue nada más que la entrada en la miseria y la pobreza.

"En los últimos años se ha degradado todo. Si antes era una ciudad plena y dinámica, con la revolución se ha terminado. Después del año 2000 se ha destruido todo. Si antes de 1989 la agricultura funcionaba con quizás la más grande cooperativa agrícola del país, ahora ya no existe. Si antes de 1989 eran diez hectáreas de invernaderos, ahora solo un metro cuadrado. Si antes de la revolució n eran mataderos y granjas de cerdos, granjas de aves, ahora ya no queda nada”, continua, resignado, Nedelea, el alcalde.

Ahora quieren renunciar a su condición de ciudad, conseguida por el crecimiento de la época comunista, pero que ahora les supone más tasas, más impuestos, y recibir menos fondos europeos que los pueblos.

¿Sabe qué felices seriamos si pudiéramos pasar a ser un pueblo? ¡A las ciudades los fondos vienen más dificilmente, y los impuestos son enormes!", se queja Florea Manzu. Completa Gheorghe Toma: "Para nosotros un metro cúbico de agua cuesta 3,8 lei. ¿Sabe cuánto cuesta en Irak? Un dólar, es decir, 2,8 lei

Los altos precios en Rumanía son un problema grave para una población que gana cantidades ridículas. Lo cierto es que la corrupción y, directamente, el saqueo que ha enriquecido a las élites rumanas ha agrandado una brecha social que antes de 1989 existía, aunque era meramente simbólica, en comparación con las diferencias actuales entre salarios de 200 euros y fortunas de miles de millones.

Los periodistas también entrevistaron al nieto de Ceasescu, que se encarga de cuidar la casa donde nació su abuelo, y que ha construido allí un memorial en su honor. Segun el, Nicolae no venía mucho por su pueblo cuando estaban en el poder, pero ayudó mucho a que éste se convirtiera en una ciudad desarrollada.

"Venía muy poco por aquí, traía flores a sus padres al cementerio, luego iba a casa una hora y se iba. Era discreto con la familia. No hablaba mucho, comía en su casa familiar comida típica, en especial sarmale. Esto era todo. Hablábamos un poco por educación, nada especial”, recuerda Emil Barbulescu. Para él, Nicolae Ceausescu fue un hombre normal, nada espantoso ni monstruoso, como algunos le describen.

Muy al contrario, piensa que "Monstruosos son los políticos de hoy, que hacen promesas y no cumplen nada. Él en casa era un hombre convencional. En casa dejaba los problemas del país fuera”, aclara el nieto de Ceausescu (por cierto que los periodistas en su redacción se refieren a Ceausescu siempre como dictador, aunque no en las palabras de los entrevistados, ya que ninguno ninguno de ellos le trata como tal).

Emil Bărbulescu es el único de la familia que está todavía en Scornicesti y cuida la casa familiar en la cual nació su tío. El día de su cumpleaños, cuando se realizó el reportaje de EVZ, debía haberse colocado una estatua en honor a Ceausescu en su pueblo-ciudad natal, realizada gratuitamente por un escultor rumano residente en Francia. Al final, la fecha se retrasó por las malas condiciones meteorológicas en estas semanas, donde se están alcanzando en Rumanía temperaturas record.

En resumen, el paseo por Scornicesti podría haber sido un paseo por cualquier ciudad rumana. En mi caso, conozco bastante bien el caso de la ciudad transilvana de Medias, en la provincia de Sibiu, una ciudad con una historia rica y un desarrollo industrial impresionante durante el periodo socialista. Era la ciudad donde se desarrolló el centro de la extracción de gas metano, del que es gran productor Rumanía, se llenó de fábricas de productos electrónicos, de cristal, bicicletas, ropa, cerámica, fabricaba piezas para la industria pesada rumana, y así podríamos citar una larga lista de medios de producción en manos del pueblo, aparte de las ricas cooperativas agrícolas.

Hoy allí la mayoría de la población ha emigrado, las fábricas han cerrado casi al completo, las cooperativas no existen, la agricultura se ha hundido y la población sobrevive como puede en este paraíso prometido que resultó ser un infierno.

Un infierno desde el que cada vez más rumanos miran hacia el edén del que fueron expulsados.

http://www.evz.ro/articole/detalii-articol/884159/Scornicestiul-lui-Ceausescu-doborat-de-capitalism

(Artículo extraído del blog Un vallekano en Rumanía)

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